La planta baja del edificio del barrio Pampa donde vivía el detenido Leandro Balasteguin (28) fue prendida fuego esta tarde al finalizar una marcha en reclamo de justicia por la adolescente asesinada. Cuando personal de bomberos y policial fue hasta el lugar se generó una confrontación con vecinos de villa Santa Rita.
El departamento de planta baja del edificio del barrio Pampa donde vivía el acusado de haber asesinado de un disparo en el pecho a Milagros Tornari (15) durante una confrontación contra vecinos de villa Santa Rita fue incendiado esta tarde al final una marcha en reclamo de justicia por la adolescente muerta.
El hecho se registró esta tarde, cuando unas 30 personas marchaban por entre las torres del barrio Pampa, en Ratery entre Bouchard y Vértiz, para pedir justicia por el asesinato de Tornari, quien estaba embarazada de cuatro semanas.
Por motivos que son materia de investigación, vecinos de la villa Santa Rita que estaban en la marcha se separaron y comenzaron a arrojar piedras contra uno de los edificios del barrio Pampa, quienes, a su vez, repelieron el ataque desde los departamentos.
Personal policial que estaba en la zona por precaución intentó calmar a las personas. Incluso la familia de Tornari pidió a los vecinos de la villa Santa Rita que detuvieran la agresión. Sin embargo, en ese contexto, un grupo de personas que aún no fue identificado fue hasta el edificio donde vivía el detenido, Leandro Balasteguin, y prendió fuego unos residuos que daban contra su departamento en la planta baja.
Al observarse el fuego la situación volvió a desmadrarse y los enfrentamientos se reanudaron. Una dotación de bomberos fue hasta el lugar y, a pesar de haber sido recibida a piedrazos, controló las llamas e evitó que el incendio se propagara. Vecinos de la villa Santa Rita repudiaron que los bomberos apagaran el fuego y los atacaron, por lo que tuvieron que irse a unos 400 metros del lugar.
La zona, que durante el domingo había sido escenario de múltiples ataques y confrontaciones con la policía en venganza por la muerte de Tornari, quedó prácticamente “blindada”: efectivos del Comando de Patrullas, Infantería, Caballería, Policía Local y de la comisaría decimosexta tuvieron que ir para intentar controlar una situación que está lejos de calmarse.